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GRACIAS, ¿POR QUÉ?

GRACIAS, ¿POR QUÉ?

Hola a todos/as, cuanto tiempo sin poder ni siquiera entrar a mi blog a colgar algún comentario, pero por lo que veo todo el mundo anda mal de tiempo, por que no es que los comentarios hallan sido numerosos.

Menos mal que el verano va avanzando y con él la programación de actividades, con lo que uno va teniendo algo más de tiempo para sí. Poco a poco esos horarios interminables de 10.00 a 05.00 de la madrugada van quedando atrás y se recuperan, en parte las horas de sueño perdidas. Y al fin y al cabo todo por una cuestión de apego y creencia en lo que uno hace más que por las gratificaciones que se reciben: una remuneración miserable y dos o tres “gracias” de entre las miles de personas que han participado en las actividades. Eso es lo que se recibe. Todo ello me hace pensar en lo importante que es dar las “gracias”, más allá de la formalidad y del protocolo de educación.

¿Cuántas veces al día damos las gracias? ¿Cuántas de ellas lo hacemos por obligación formal? ¿Cuántas veces por sentirlo de verdad?, es tan importante dar las gracias como dar y recibir “perdón”. Tenemos tanto que agradecer y lo hacemos tan poco, agradecemos a nuestro cliente su compra a cambio de un pellizco más en nuestras comisiones a final de mes, pero cuantas veces agradecemos a nuestra pareja una sonrisa o un abrazo, cuantas veces agradecemos a nuestro hijo su existencia y darnos vida, cuantas veces agradecemos al amigo su escucha o su presencia, … Agradecer nos hace grandes y nos allana el camino hacia nuestras metas y nuestro crecimiento permanente.

            No hablo, de hacer las cosas pensando en el agradecimiento que vamos a recibir, hablo de agradecer aquellas cosas que nos hacen la vida más feliz, y a veces, por que no, a aquellas no son tan agradables, ya que contribuyen a nuestro conocimiento. Afortunadamente la mayor parte de las ocasiones hacemos las cosas sin esperar agradecimiento alguno a cambio, puesto que si no la llevábamos clara. Ninguna cosa es una obligación ya que toda acción depende de nuestra libertad de decisión de hacer  o no hacer, por ello siempre es de agradecer que nos beneficie la acción de otra persona.

            Incluso, gracias, por leer de vez en cuando mi blog, por entrar a través de las retinas en la mente o el corazón de quien lee este espacio, aunque también sea dicho, en ocasiones no se pase de las retinas.

            Como en aquella canción en la voz de Mercedes Sosa (ojo: no escuchar en caso de depresión o bajona): “gracias a la vida que me ha dado tanto”. Tarea de todos es educar y enseñar a dar las gracias y por qué no, también a exigirlas.

            Feliz verano, y AGRADECER lo posible, para vivir en un mundo más AGRADABLE.

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